Un soplo fuerte, inesperado y frío,
por los senderos libres y desiertos
barrió las secas galas del estío...

M. Hernández

viernes, 18 de mayo de 2012

Doscientos días

Son doscientos días que se han extendido delante de todos nosotros como una baraja que se abre en el principio de la partida.Se mueven las cartas en un sentido, luego en el otro y la ansiedad de los jugadores transciende las miradas y carga el ambiente en un sopor insoportable.
Tal vez la noche vuelva a mover otra vez las cartas en un sentido irremediable y los jugadores seguirán allí respirando la madrugada como tantas y tantas veces.
Nosotros no hemos sido invitados a este trajín de doscientos días.Nos ha sido impuesto este viaje que nunca hubiéramos imaginado….tengo que recordarlo.
Pensábamos que terminaría en las pasadas navidades, y al encuentro de nuestras familias iniciamos un viaje muy triste.Nos faltaban ellos tres en aquel pájaro de metal…..y así escribíamos unas palabras en aquel viaje tan triste.
Ahora he vuelto de nuevo al calor de mi familia …desde otros desiertos inspirados en la pobreza, y de nuevo es muy probable que mi pájaro de metal volase cerca de los sueños de nuestros compañeros.Y otra vez este viaje se llenó de una tristeza que transciende a la rabia y a la confusión de aquello primeros días de noviembre.
Uno ya no sabe que sentir.Es difícil.
Este grupo de amigos de Rabuni - ya disperso en diferentes países o continentes- se mantiene unido por la fragilidad de la palabra en las pantallas planas de internet, por el pensamiento único del recuerdo de nuestros compañeros.Todo un gran espacio que nos alimenta…el espacio de la esperanza. Nada se ha perdido, sus sonrisas…las tildes imaginarias de sus voces en medio del desierto inmenso, los golpes consensuados de la amistad…y el miedo de aquella noche sin fondo.
Seguimos guardando nuestra posición, nuestra esperanza como la gran batalla hasta vuestra liberación.Seguimos esperando con pasión calculada cualquier noticia, cualquier atisbo que delate un surco en nuestro recuerdo.
Puede parecer que este espacio, perplejo e inasible no significara nada…..pero la vida es un sueño , una gran energía que se levanta todos los días con el cuerpo propietario.Una fuerza irrenunciable que nos hace avanzar en el trasiego de la vida.Si no fuera por ese viento ligero, intangible e incontenible…algo tan difícil de comprar y de mesurar…..nada tendría sentido.
Revisamos todos los días la contabilidad del tiempo, la longevidad de nuestros ahorros -el que los tenga- y mensuramos con pasión el futuro posible más cercano.Pero este trajín no sería posible sin el baluarte de sueños que comienza cada mañana.Nuestro gran carburante.Estamos realmente hechos de algo tan ligero como el trazo de una mirada o el frío del miedo en la caída de alguna vida.
Seguimos aquí alimentados por estos doscientos días, como si nos hubiéramos transcendido a nosotros mismos y cada minuto de esos días, cada segundo…hubiera alimentado un río de palabras y recuerdos que ya es un torrente, una gran inundación que sólo piensa en vuestra liberación.
No puedo decir otra cosa, no quiero imaginar nada más….sólo mirar hacia el frente, hacia ese futuro previsible y encontraros una y mil veces en la caída de la tarde, de todas nuestras tardes.
No puedo ceder ni un ápice, no nos ha sido permitido…y desde la tristeza que nos conmueva a cada día que pasa….sólo puedo hablar de esperanza….la gran esperanza que se ha apropiado de nosotros como si de una piel de invierno se tratara.
Podemos estar tristes, eso ya lo sé….y al mismo tiempo pensar en vosotros, esperanzados en vuestra liberación.
Que las tuberías intangibles de nuestros pensamientos, que la realidad desconocida que nos une cada minuto…que toda esta gran energía de esperanza que nos inunda, os llegue todos los días.Yo sé que es así.Desde la distancia y vuestra penuria estamos con vosotros, cada minuto…en todo momento.
Como siempre he escrito
No os olvidamos
Os esperamos
Un gran apoyo a todas la familias.
Saludos

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